PARA TENER EN CUENTA
Como
recomendación general, no sobra indicar que es bueno ver estos doramas con una
visión más crítica, ojalá bajo la supervisión de un adulto. Si bien es cierto,
no son C-Dramas, cargados de erotismo y sensualidad, no lo es menos, que existen
diferencias culturales muy marcadas las cuales deben ser tenidas en cuenta para
evitar caer en trastornos alimenticios y en relaciones abusivas.
Ello
es así, porque desafortunadamente he visto en los adolescentes ciertas
tendencias en adoptar estereotipos de belleza asiática, como la delgadez
extrema, la obsesión por la ‘piel blanca’, y ni hablar de las cirugías
estéticas sobre todo en el rostro, desconociendo nuestras propias
características genéticas.
De
igual manera, es una cultura no muy abierta a lo extranjero, considerándose ‘muy
pura’ y pueden tener razón, pues nosotros los latinos somos una ‘mezcla interesante’,
existiendo el peligro de que confundan nuestra calidez, amabilidad y
expresividad con ser mujeres ‘fáciles’, lo cual no resulta ser nada agradable, como
también, existe un prejuicio por la edad de las personas.
Esto
no lo digo con el ánimo de tirar dardos y críticas negativas a la cultura
asiática, ni más faltaba, sino para que no se romantice, ni se idealice en
demasía, puesto que pueden llevarse sorpresas no muy gratas.
Por
lo demás, es una cultura de la cual podemos tener un muy buen aprendizaje sobre
sus costumbres, su gastronomía, su disciplina, pero sin olvidar que todo lo que
brilla no es oro.
Con estas recomendaciones generales, los invito a adentrarnos al mundo del dorama.
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